Carlos
Bernardo González Pecotche, nos habla acerca de los cambios que hay a lo largo
de la vida, si bien no es estática, no se queda quieta aun que deseemos que
esto pasara las cosas cambian con el paso de los días y la vida humana no es la
excepción. Y donde las juventudes acumuladas es un termino que se utiliza para
las personas de edades “maduras” esto aproximadamente entre los 40 y los 65
años. Este periodo se caracteriza por ser menos vigoroso que en períodos
previos, pero también por tener una vida más estable, conformando una familia y
teniendo ya una carrera profesional bien asentada.
Esta
es una palabra muy acertada porque olvidamos que somos personas diferentes, en
diferentes etapas de nuestras vidas. Somos bebés, niños, adolescentes, adultos
jóvenes, personas de edad mayor, etc. Solo por nombrar algunos, hemos pasado
por etapas de desarrollo, no podemos ignorar que hay una parte de bebé,
adolescente y adulto joven en nosotros.
Se
dice que muchas personas piensan que cuando se habla de la edad madura es la
etapa de las crisis. Lamentablemente pensamos así porque claramente hay una
vorágine psicológica que nos obliga a pensar así y ver esta “crisis” como algo
inevitable en la vida de las personas. Incluso es visto y aceptado como parte
de la vida de todos. Es cierto que a medida que se envejece ciertas
capacidades, como la memoria, la atención y la orientación se ven reducidas, no
obstante, esto no quiere decir que se sea menos inteligente en general.
La crisis de la mediana edad hace que algunas
personas deseen revivir los mejores años de su juventud. En general, los
cambios en el estilo y el comportamiento lo confirman, vistiendo ropa nueva,
inscribiéndose en actividades de riesgo o tratando de llevarse bien con los
jóvenes, o incluso tratando de entablar amistad con los amigos de un niño.
Según
Benjamín Lahey en la adultez media todo esto está sujeto a diversos factores,
como cultura, madurez y la sociedad. Durante esta fase, “la persona debe sumir
en lo ha convertido su vida. En este momento el adulto se da cuenta normalmente
de que los ambiciosos sueños de su primera adultez no pueden realizarse
completamente”
Ahora
bien, según Erickson, esta edad se basa en hallar sentido en las cosas que se
han hecho en la vida laboral y familiar y seguir siendo generativo o productivo
pues se cree que las personas que viven con éxito esta etapa desarrollan tareas
que van más allá del mero trabajo, sino que buscan dejar un legado que perdure
en su existencia.
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